Por fuera, son duros y compactos esta parte esta formada por calcio y fósforo. Por dentro, están varios, excepto los huesos de las extremidades que contienen multitud de agujeros y parecen una esponja.

Los huesos son órganos de color blanquecido, duros y resistentes. El conjunto de ellos constituye el esqueleto, que en los adultos consta de 206 huesos.
Están formados por células llamadas osteoblastos y osteoclastos. Estas les permiten realizar tres funciones: crecimiento, remodelación y reparación. Es decir, el hueso es un tejido en permanente actividad. También contienen una sustancia presente en los alimentos, llamada osteína.

Casi todos los huesos de tu cuerpo están compuestos por los mismos materiales:
- La superficie externa del hueso se denomina periostio. Es una membrana densa y fina que contiene nervios y sangre que nutren el hueso.
- La siguiente capa está formada por hueso compacto. Esta parte es lisa y muy dura. Es la parte que ves al observar un esqueleto.
- Dentro del hueso compacto hay muchas capas de hueso esponjoso, que, como indica su nombre, se parece bastante a una esponja. El hueso esponjoso no es tan duro como el compacto, pero sigue siendo muy fuerte.
- En muchos huesos, la parte esponjosa protege la parte más interna del hueso, la médula ósea. La médula ósea es una especie de espesa gelatina y su función consiste en producir células sanguíneas.
Médula ósea

En el hueso se alojan dos tipos de médula; médula ósea roja y la médula ósea amarilla. La médula ósea roja es la encargada de fabricar los glóbulos rojos, los glóbulos blancos y las plaquetas de la sangre; se encuentran en las pequeñas espacios existentes entre el tejido ósea esponjoso.
Articulaciones

Los huesos no se pueden doblar. Un mecanismo permite la unión entre ellos y facilita el movimiento. Estas son las articulaciones. Sin ellas, el cuerpo estría inmóvil como una estatua. El codo y la cadera son articulaciones.