· Causas y factores de riesgo de la displasia de cadera
· Tratamiento
· Diagnóstico
La displasia de cadera (también conocida como luxación de cadera) es una malformación congénita que se produce cuando la cabeza del fémur del niño (el hueso del muslo) y el acetábulo (la cavidad de la pelvis) no encajan de una forma exacta y rotan en posición incorrecta.

- En los casos más leves, se trata de un aplanamiento de la cavidad que acoge la parte superior del fémur, el cual, como consecuencia, tiende a desplazarse.
- Sin embargo, en los casos más graves, el hueso abandona su lugar y se coloca fuera de su posición natural.
Las niñas tiene mayor probabilidad de padecerlo
Se calcula que entre el 2-3% de los niños nace con este problema. Concretamente, la dolencia afecta especialmente a las niñas, en una relación de cinco a uno respecto a los niños. Y, a menudo, en una misma familia se encuentran varios casos.
Las piernas del niño están giradas, una pierna parece más corta que la otra o el niño no apoya correctamente el pie en el suelo.
Causas y factores de riesgo de la displasia de cadera
En algunos casos, hay una predisposición innata: los ligamentos de las articulaciones no son suficientemente fuertes. En otros casos, durante el parto, el feto adopta una posición podálica. Esto que quiere decir que se presenta con los pies y no con la cabeza. Si esta postura se mantiene durante mucho tiempo en el canal del parto, las caderas pueden quedar afectadas.
- Bajos niveles de líquido amniótico.
- Que el bebé haya estado de nalgas durante el embarazo.
- Que sea primogénito.
- Que haya tenido un peso elevado al nacer.
- Existencia de antecedentes familiares de este trastorno.
Diagnóstico
En general, el neonatólogo es quien se da cuenta de la existencia de una anomalía en la articulación de la cadera, ya que a todos los recién nacidos se les efectúa las llamadas maniobras de Ortolani y de Barlow.
La displasia de cadera se debe identificar y resolver después del nacimiento. Cuando el niño empieza a dar sus primeros pasos, si el peso del cuerpo no está sostenido por una correcta articulación, se pueden producir serios inconvenientes: por ejemplo, lesiones en los huesos o asimetría en las extremidades inferiores y, en la edad adulta, artrosis precoz en la cadera.

Tratamiento
El tratamiento de la displasia de cadera depende de la edad del paciente y del grado de daño en la cadera. A veces es necesario realizar una cirugía para que la articulación se encaje correctamente. La cirugía de reemplazo de cadera puede ser una opción para las personas mayores cuya displasia ha dañado con seriedad la cadera con el paso del tiempo, lo cual provoca una artritis debilitante.
