La rodilla es la articulación más grande del cuerpo y, aunque parezca lo contrario, es la que más peso corporal debe soportar. Los componentes que la forman trabajan a diario para garantizar su correcto funcionamiento, siendo en particular el cartílago y el líquido sinovial los que se encargan de lubricar, evitar fricciones y facilitar el movimiento.

Muchas personas se asustan al escuchar crujir sus articulaciones, sobre todo cuando va acompañado de dolor.

El crujido o “crepitación” sin dolor es algo muy habitual, ya que las rodillas reciben una parte importante de la presión de algunas posiciones o del simple caminar.

Una de las razones por las que crujen las rodillas es la acumulación de gas en el líquido sinovial. Las pequeñas burbujas de aire que se forman pueden explotar o romperse cuando se flexionan las rodillas, produciendo ese ruido característico, indoloro, pero molesto, al fin y al cabo.

Sin embargo, si la crepitación empieza a ser constante y produce dolor, será motivo suficiente para acudir a un especialista, ya que varias causas pueden producir esta dolencia.

Cargar excesivamente las articulaciones pueden desgastar el cartílago y volverlas mucho más ásperas. Al chocar las rodillas sin la protección del cartílago, se produciría ese dolor.

Causas probables

Algunas de las causas de la crepitación con dolor pueden ser:

Al ajustarse los tendones y ligamentos de la rodilla sobre los huesos también pueden hacer un chasquido. Esto generalmente ocurre cuando los ligamentos y los tendones se han endurecido debido al ejercicio, un suave estiramiento puede ayudar.

Disminución del líquido sinovial: Hay enfermedades que alteran el equilibrio de producción/absorción del liquido sinovial.

La artrosis de rodilla. Los cartílagos se van deteriorando, y se produce el conocido roce de “hueso con hueso”.

Lesiones de menisco: son habituales en personas deportistas.

Síndrome de dolor patelofemoral (SDPF) o rodilla de corredor: por una sobrecarga en la rótula.

Condromalacia rotuliana: por la degeneración de la superficie articular del cartílago que forma la cápsula posterior de la rodilla.

En presencia de molestias y dolor constaten es recomendable acudir con un especialista, la detección temprana de cualquiera de estas lesiones ayudará a frenar y a controlar su progresión.

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