Convertirse en madre implica un sin fin de cambios, emocionales y notoriamente físicos. Descubre todo lo que le sucede a tu cuerpo a nivel óseo durante y después del embarazo.

¡Celebramos la valentía de las mujeres que nos trajeron al mundo!

Durante el embarazo

Todo el cuerpo de la mujer se pone al servicio de esa nueva vida que esta en su vientre. Muchos órganos y tejidos ceden parte de sus nutrientes para la formación del bebé. Lo que debilita el cuerpo de la madre, el cual, normalmente se recupera poco a poco de todas estas carencias una vez pasando el parto.

En los huesos, a diferencia de lo que quizás popularmente se cree, es un tejido vivo que participa de procesos vitales muy importantes para nuestro organismo. El tejido óseo toma el calcio del torrente sanguíneo y también cede calcio a la sangre en diferentes ocaciones, según las necesidades. 

El embarazo es uno de esos casos en los que el tejido óseo debe ceder gran parte de su calcio, pues durante los nueve meses debe mineralizarse todo el feto; posteriormente, durante la lactancia. También se pierde gran cantidad de calcio, pues este es uno de los principales componentes de la leche materna. 

Cuidado con la osteoporosis

Sabiendo que la futura madre perderá gran parte del calcio que acumula en sus huesos, y que no será fácil recuperarlo, es muy poco probable que llegada la hora de la menopausia las mujeres pueden llegar a tener problemas de osteoporosis, si el embarazo ocurre en edades más tardías es probable que al cuerpo le cueste más trabajo recuperar los niveles normales de nutrientes en el organismo.

Del lado izquierdo es como se ven los huesos sanos, mientras que del lado derecho es como se identifica la osteoporosis.

Dolores pélvicos 

El canal del parto no debería moverse. Y sin embargo, en ocasiones no es así, porque una hormona empieza a hacer efecto antes de tiempo: hablamos de la relaciona. Al final de embarazo, el placenta empieza a segregar esta hormona precisamente para dar movilidad a la pelvis y que el bebé pueda salir a través del canal de parto. 

¿Qué sucede a los huesos durante el parto?

Mientras el cuerpo de la mujer intenta mantenerse en equilibrio a medida que se desplaza su centro de gravedad, las curvaturas latero posteriores de la columna vertebral cambian, sobre todo en la zona lumbar.

Los cambios en la zona de la pelvis ocurren sobre todo en las articulaciones, más específicamente en los ligamentos: la progesterona los reblandece para que las uniones entre los huesos se desplacen mejor y la mujer tenga mayor elasticidad a la hora del parto. 

Pero como este fenómeno ocurre en todo el cuerpo de la mamá, en mayor o menor medida se debilitan todas las articulaciones. Es por esto que, en mayor o menor medida se debilitan todas las articulaciones. Es por esto que, por lo general, las embarazadas suelen torcerse los tobillos y se le caen fácilmente las cosas de las manos. 

Por otro lado, las costillas se elevan y desplazan hacia afuera, lo que hace que presionen a los cartílagos, produciendo a veces dolores intensos. Estas molestias pueden aliviarse con analgésicos dependiendo de la intensidad, duración del dolor y de la edad gestiónalos, y antes de tomarlos es preciso consultarlo con un obstetra. 

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